Lejos de ser una teoría de la conspiración, la capacidad que tienen los países de controlar el clima es una realidad desde mediados del siglo XX.
Invito al lector a que busque información sobre el “Proyecto Popeye”, el cual fue puesto en marcha durante la guerra de Vietnam. Con el arma meteorológica desarrollada, Estados Unidos consiguió aumentar los días de lluvia en el territorio vietnamita para dificultar el envío de suministros y el uso de las redes de túneles. Después de esto, en 1997 la ONU emitió el Convenio de Modificación Ambiental que entró en vigor en 1998. Estos son sus dos primeros artículos:
Artículo 1. Los Estados Partes en la Convención se comprometen a no utilizar técnicas de modificación ambiental con fines militares u otros fines hostiles que tengan efectos vastos, duraderos o graves, como medios para producir destrucciones, daños o perjuicios a otro Estado Parte.
Artículo 2. A los efectos del artículo 1, la expresión «técnicas de modificación ambiental» comprende todas las técnicas que tienen por objeto alterar -mediante la manipulación deliberada de los procesos naturales- la dinámica, la composición o estructura de la Tierra, incluida su biótica, su litosfera, su hidrosfera y su atmósfera, o del espacio ultraterrestre.
Después de la entrada en vigor de este Convenio, se supone que los países ya no pueden recurrir a la manipulación del clima para alterar el medioambiente con múltiples objetivos: producir lluvias en zonas de sequía (Caplan, 1974) o directamente producir sequías o desastres naturales en países enemigos, pues en su origen la manipulación climática se utilizaba únicamente con fines militares (Iglesias, 1974). Al menos, eso dicen ellos. No obstante, también se supone que los servicios de inteligencia no deberían espiarnos a todo el mundo en todo momento porque la intimidad es un derecho en los países dentro de la Unión Europea, y aún así lo hacen, como ya demostró Edward Snowden en el año 2013. No es descabellado pensar que puedan estar modificando el clima no solo en España, sino en todo el mundo.
Es pública la información de que China lleva desarrollando desde hace años un proyecto para manejar el clima a su antojo, y ya han logrado crear nubes artificiales con las que provocan lluvias. El problema está en que los países vecinos, como India, se están quejando porque controlar el clima en una zona provoca que las de su alrededor se vean afectadas.
De hecho, en 1984 en España, en las Islas Canarias, ya lograron crear una lluvia artificial. Fue tan fuerte que no han vuelto a repetirla de todos los destrozos que causó. Sobre esto puedes leer más aquí: https://tagorormeteo.es/las-lluvias-artificiales-en-gran-canaria/
¿Con qué fin van a hacer uso de su capacidad de manipulación climática los dirigentes de los países? Para meter el miedo en la ciudadanía mundial causando sequías e incendios. Esto generará una reacción, que será pedir que alguien nos salve.
Bibliografía:
Caplan, P. (1974). Weather modification and war. Bulletin of Concerned Asian Scholars, 6(1), 28-31.
Mariana Iglesias (1974). «La manipulación del clima, un sueño cada vez más cercano»
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