Ciertos grupos de poder, haciendo uso de sus herramientas de control social (los medios de comunicación), han creado una guerra entre hombres y mujeres. ¿Cómo? Extendiendo los falaces argumentos de la ideología de género. Digamos unas cuantas verdades:             

  • La Ley contra la Violencia de Género (LIGV) acaba con un derecho humano, básico y universal: la presunción de inocencia. En consecuencia, abole los juicios justos. Además, esta ley presupone que todos los hombres mantienen relaciones de poder y dominación sobre las mujeres (lo que vendría a significar que las amistades y relaciones de pareja igualitarias solo existen si ambas personas pertenecen al mismo sexo), y viola el artículo 14 de la Constitución Española.
  • La Ley de Igualdad establece discriminaciones positivas hacia la mujer en el plano laboral, violando así el artículo 7º de los Derechos Humanos, el cual dice así: todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción por razón de sexo o raza, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación. En otras palabras: cualquier tipo de discriminación es negativa, aunque se llame discriminación positiva.
  • Es una hipocresía decir que se quiere conseguir igualdad de derechos y deberes a los hombres, pedir no ser tratadas de forma distinta ni especial, ni tener privilegios, ni que las rescaten primero de todas las tragedias, y luego aceptar o alegrarse con la discriminación positiva y el trato de favor por parte del Estado y las leyes españolas.
  • Los postulados del feminismo político, que no del movimiento feminista, han sido impuestos por los banqueros internacionales en todo el mundo a través de la ONU y el FMI desde 1970. Estos se encuentran basados en los escritos de la antropóloga Margaret Mead, que dio lugar a la idea del “amor libre” tras inventarse la mentira de que había un vestigio de matriarcado en las Islas Samoa, y Simone de Beavuoir, quien despreciaba la anatomía femenina, sobre todo la capacidad de parir, y propuso como modelo a seguir por las mujeres al Superhombre nietzscheano (ese sin sentimientos, rudo, fuerte y casi animal) en su libro “El segundo sexo” . ¿Con qué objetivo? Solo hay que ver las consecuencias que ha tenido extender la ideología de género no solo en España, sino en todos los países occidentales y algunos orientales: el recorte de derechos, la infantilización de la población, la rotura del esquema de familia tradicional: hombre, mujer e hijos; el aumento de los divorcios y la disminución del número de matrimonios. Esto último lo han conseguido diciendo que esta última forma de compromiso es opresiva y encadena a la mujer. De seguir así vamos a llegar a esta situación: se multiplicará el caso de madres solteras y la figura paterna será sustituida por el Estado.
  • Llamar tonta a una mujer, mirarla mal o ignorarla no es machismo: es una actitud indecente y maleducada que las mujeres también pueden mostrar con los hombres y con otras mujeres y los hombres con otros hombres.
  • El Matriarcado, de existir algún día, puede ser igual o incluso más violento y opresor que el Patriarcado. El tipo de violencia y opresión que suelen ejercer las mujeres no es física, sino psicológica. Las mujeres no son ángeles y los hombres demonios. La capacidad de hacer el bien y el mal está en todas las personas, pertenezcan al sexo al que pertenezcan.
  • Siempre se habla del techo de cristal, pero nunca del suelo de cristal de las mujeres: reciben muchísimas más ayudas que los hombres, hacen mayor gasto sanitario, no tienen la obligación de combatir en las guerras, tienen las de ganar cuando se trata del cuidado de los hijos en los casos de divorcio, su esperanza de vida es mayor (viven 7 años de media más que los hombres y no realizan los trabajos más peligrosos e insanos). Por todo esto, el 82,7% de los sin hogar, el 95% de los fallecidos en el desempeño de sus profesiones, el 70% de muertes por sobredosis de opiáceos (que anestesian el dolor) y el 75% de los que se suicidan son hombres (Kaiser, 2021).
  • La ideología de género afirma que la orientación y la identidad sexual de los seres humanos está determinada por la cultura al 100%. Es decir, que somos pizarras en blanco. Esto parte de la idea de que “el ser humano no nace, se hace”. ¿Qué nos dice la ciencia al respecto? Que esta creencia es falsa. El sexo viene determinado por lo que ocurre en el útero (combinación de genes XX o XY). Los genes y las hormonas son los causantes de que los hombres tiendan a ser más agresivos, asuman más riesgos -aunque esto también se debe a que tienen muchas menos probabilidades de reproducirse que las mujeres- y tengan un mayor apetito sexual que las féminas (Kaufman, 2019). Las mujeres, en cambio, suelen ser más afectuosas, sentimentales y compasivas. Adicionalmente, los hombres se interesan más por las cosas, mientras que las mujeres se interesan más por las personas (Rounds, Armstrong, 2009). Esto no significa que no puedan existir mujeres más arriesgadas o con mayor apetito sexual que algunos hombres. A esto hay que añadir que los casos de intersexualidad se dan cuando un embrión XX se expone a más hormonas masculinas de lo habitual, ya sea por haber tomado medicamentos durante el embarazo o por una anomalía genética.
  • Los rasgos masculinos son útiles en algunos contextos y los femeninos en otros. Por ejemplo: los hombres son más propensos a asumir riesgos para salvar a otros, pero también para jugar en el casino. Las mujeres son más compasivas a la hora de tratar y cuidar a otros, pero también pueden estar a favor de reducir los castigos de los delincuentes por pena.
  • Es absurdo destacar que las mujeres tienen más deuda estudiantil que los hombres, ya que las chicas superan a los chicos en número en la universidad. Esto es similar a destacar que los hombres pagan más impuestos que las mujeres porque ganan más.
  • La competencia feroz entre hombres no se debe a que todos sean agresivos, sino a que para maximizar la reproducción en una sociedad se necesitan muchas mujeres, pero muy pocos hombres, por lo que tienen que luchar por destacar para ser los “elegidos”.
  • Es un error pensar como los conservadores, que defienden que debemos regresar al esquema pasado donde las mujeres estaban relegadas a un segundo plano.
  • La Ley del “sólo sí es sí” únicamente sirve para que los hombres cesen de intentar mantener relaciones con las mujeres por miedo a ser denunciados.
  • La sobreinformación de los crímenes que algunos hombres cometen con algunas mujeres a la vez que se silencian los crímenes que algunas mujeres cometen con algunos hombres provoca que la población crea que la violencia es unidireccional, es decir, que solo se da del hombre a la mujer.
  • Es probable que muchos hombres en nuestro país estén siendo chantajeados por sus novias o mujeres con denunciarles falsamente, aprovechándose de la LIVG, para que hagan lo que ellas quieren, lo que impide que las relaciones heterosexuales perduren en el tiempo.
  • Se ha hecho creer a las mujeres que el feto es un parásito que explota sus cuerpos para extender el aborto.
  • La ideología de género, al hacer referencia a los derechos sexuales de los niños de poder mantener relaciones sexuales con un adulto si lo consienten, intenta normalizar la pederastia.
  • No somos lo que decimos ser, sino lo que somos. El sexo viene determinado por la biología, no por quien dices ser.
  • El cambio de sexo hace que seas toda la vida dependiente de los fármacos, lo que causa que las personas que se hormonan tengan que pedir ayudas al Estado para poder pagarlos. La solución no pasa por hacerlos dependientes de pastillas y de los políticos.
  • Hay actualmente mujeres que les interesa sostener la mentira del feminismo político extendida en la sociedad civil porque viven de ello.

Bibliografía:

Kaiser Family Foundation (KFF), «Opioid overdose deaths by sex» 16 de marzo de 2021,

Kaufman, S. B. (2019). Taking sex differences in personality seriously. Scientific Americans, Beautiful Minds (Online.) https://blogs. scientificamerican. com/beautiful-minds/ta king-sex-differences-in-personality-seriously.

Su, R., Rounds, J., & Armstrong, P. I. (2009). Men and things, women and people: a meta-analysis of sex differences in interests. Psychological bulletin135(6), 859.