La idea de un Gobierno Mundial no es nueva. Personajes históricos como Alejandro Magno o Carlos V ya intentaron en sus respectivas épocas llevar a cabo un proyecto paneuropeo de reunir a diferentes pueblos bajo una misma bandera, lengua, religión y cultura única, siempre respetando las propias de las distintas regiones territoriales que controlaban. El esperanto es un ejemplo de una lengua sencilla que se creó en el siglo XIX con el objetivo de que todo el mundo la aprendiera y hablara.

¿Es necesario un Gobierno Mundial en el siglo XXI? Desde el punto de vista teórico, sí. Desde el punto de vista práctico… Esa es otra historia. Empecemos por el teórico:

Al inicio de todo, los seres humanos se reunieron en tribus para cooperar, sobrevivir y evitar que una persona le robara una vaca a otra. Cuando dos tribus entraron en conflicto por recursos, territorios o simple dominación surgió la aldea, la comunidad o el pueblo. Cuando dos pueblos empezaron a tener diferencias surgieron los cantones, comunidades autónomas o cualquier forma de gestión territorial para actuar de árbitro. Al enfrentarse estas, surgió el Estado. Creo que se entiende la dinámica.

Actualmente, han surgido dos tipos de instituciones para tratar de conservar la paz entre Estados: las supranacionales y las internacionales, cuyas diferencias son obvias; las supranacionales poseen competencias y pueden aprobar leyes en el ámbito político, económico, jurídico e incluso militar de los Estados miembros, y las internacionales se basan en la buena voluntad de los países para cumplir lo que se acuerda (no pueden imponer un castigo u obligar a nada). El mejor ejemplo de institución supranacional es la Unión Europea, y de institución internacional la ONU.

Cuando dos organizaciones internacionales o supranacionales entran en conflicto es lógico pensar que ha de surgir un Gobierno Mundial que actúe de mediador en el conflicto. Esto tiene sus ventajas y desventajas. La desventaja que más me preocupa es que si vivimos en un país opresivo, podemos viajar a un Estado más democrático y empezar una nueva vida allí. Sin embargo, si el Gobierno Mundial se convierte en tiránico, no podremos huir a ninguna parte.

La ventaja más evidente es que la humanidad se vería obligada a preguntarse y establecer una dirección, o, al menos, nos obligaría a todos a llegar a unos acuerdos mínimos de convivencia. Las regulaciones son necesarias, y no todo debe estar permitido. El problema no es la creación de leyes, sino quién las crea y con qué finalidad. Si elegimos un presidente mundial con moral y valores que vele por el bien común y tenga claro para qué está el ser humano en la Tierra, podría ser muy beneficioso para todo el planeta.

Desde el punto de vista práctico, un Gobierno Mundial es mucho más complicado de lo que parece. No solo por el requisito de establecer unas instituciones elegidas por todos, sino porque los que adquieren el poder suelen ser personas poco honestas, pues se necesita una campaña de marketing bastante engañosa para destacar.

La política danesa Ida Auken dijo esto en el Foro Económico Mundial en 2016: No tendrás nada y serás feliz (Flórez, 2021). En el ensayo que presentó titulado: “Bienvenido a 2030. No poseo nada, no tengo privacidad y la vida nunca ha sido mejor”, propuso un modelo de ciudad donde no existía la privacidad, la gente no tenía automóvil, ni casa, ni electrodomésticos o ropa, sino que todo dependía de servicios compartidos para satisfacer las necesidades básicas. Todo solamente podremos alquilarlo y será renovable y reutilizable, y nos lo llevará un dron a nuestra casa. En definitiva, promovía la desaparición de la propiedad privada. Esto solo se puede conseguir creando un Gobierno Mundial.

En adición, para cumplir las 169 metas de la Agenda 2030, todos los expertos, entre los que se encuentran Higinio Marín Pedreño, el rector de la universidad CEU Cardenal Herrera, Lorenzo Ramírez, analista económico y periodista, y Pedro Baños, coronel y especialista en geoestrategia e inteligencia, aseguran que se pretende reformar el sistema internacional y establecer un Gobierno Mundial que no elegiremos democráticamente porque estará dirigido por unas élites. Además, están preocupados porque se harán imposiciones y no se respetará la libertad de la ciudadanía mundial para establecerlo.

Lorenzo Ramírez, respetado por todos los españoles cansados de las mentiras, asegura que el Gobierno Mundial ya existe, y que no está conformado por una persona, sino por unos grupos o colectivos con intereses distintos, como los dueños de las grandes tecnológicas, los dueños de los mayores fondos de inversión y los servicios de inteligencia de determinados países, entre otros. Estos se ponen de acuerdo cuando lo necesitan.                                                             

Hay un informe público de la Fundación Rockefeller titulado “Reset the table” que coge el concepto del Gran Reseteo o Reinicio, donde se plantea que debemos llegar a una revolución alimentaria mediante la cual los alimentos pasen a ser fármacos. Quieren conseguir que la industria química, a través de la producción de comida artificial, controle el proceso de la erradicación del hambre en el mundo. Pretenden que los alimentos sean prescritos por unos “expertos”, en lugar de poder decidir los ciudadanos lo que quieren comer. Creo que no hace falta recordar que esto va en contra de la libertad individual de las personas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) es una institución que forma parte de este plan y todas las organizaciones que beben del thinkthank de los Rockefeller están comprando tierras para gestionar esta futura escasez. Para poder llevar a cabo estas acciones sin que la gente se le eche al cuello han creado la religión del “veganismo”. Sería una conspiración si estuviera oculto, pero como lo están haciendo de cara al público y cualquiera puede comprobarlo leyendo el informe y viendo los movimientos de dinero, resulta que no es ninguna conspiración. Comer carne es necesario porque contiene vitamina B12. No podemos vivir bien y estar sanos sin ella. Además, el presidente de la Fundación Rockefeller dijo en el año 2023 que se avecina una crisis alimentaria mundial. ¿Por qué, si en los países avanzados estamos sobrenutridos y hay recursos para todos de repartirlos adecuadamente? ¿No será que la van a provocar comprando todos los terrenos y por eso son capaces de predecirla? Mi hipótesis es que no son genios con bolas de cristales, sino los creadores de nuestro futuro.

Si realmente quisieran cumplir las 169 metas y cuidar el planeta se fijarían mucho menos en el CO2 y se centrarían más en los vertidos en los mares y los plásticos, y empresas como Coca-Cola recibirían multas de los países y organizaciones internacionales debido a todos los estudios que han llegado a la conclusión de que la mayoría de sus productos terminan en los océanos (Maddah, 2022) (Okonko, Ogunobi, Adejove, Oguunnusi, Olasogba, 2008) (Lewis, 2002) (Siegrist, Gutscher, Keller, 2012). 

El globalismo no es lo mismo que globalización. La globalización es positiva, puesto que es un proceso mediante el cual se permite el libre intercambio de personas y servicios, que genera prosperidad y paz, y que fomenta que haya muchas aldeas o pueblos que se relacionan entre sí. El globalismo es negativo, puesto que es el intento de dominar la globalización. Intenta poner barreras y crear enemigos para acabar con las soberanías nacionales.

 ¿Cómo están acelerando el proceso de consolidación del Gobierno Mundial? Se inventan o crean alguna emergencia o crisis global. Por eso le dan tanta cabida en sus medios de comunicación y en las redes sociales que controlan a temas como el contacto con extraterrestres, el cambio climático, la pandemia, el hambre o la pobreza mundial: para que la ciudadanía pidamos que alguien solucione esos problemas o nos salve de la muerte del planeta. 

Los extraterrestres no existen, es una idea creada por la CIA para que Estados Unidos tenga una excusa para mantener su industria armamentística activa con la que mantener el dólar como moneda de reserva en el sistema internacional. La teoría científica del desdoblamiento del tiempo del físico y matemático Jean Pierre Garnier-Malet aprobada por el Instituto de Física Estadounidense y la Universidad de Harvard explica que de coexistir algo en el universo con nosotros serían seres o entes extratemporales, pero no extraterrestres entendidos como seres que provienen del espacio exterior. De hecho, solo se ha podido encontrar vida en Marte en forma de microorganismos.

El cambio climático es real, pero no está provocado por el ser humano. En las cumbres sobre el cambio climático nunca llevan a geólogos o astrofísicos, solamente a divulgadores del cambio climático, que necesitan mantener la mentira para poder seguir cobrando y viviendo. ¿Por qué no llevan a los geólogos o astrofísicos? Porque ambos niegan que el cambio climático tenga causas antrópicas (Mas-Pla, Belmonte, 2019). Es decir, que niegan que el humano pueda tener un efecto en su creación. En su aceleración y reversión es otra cuestión. En adición, niegan que existan tantos peligros y no cesan de recalcar que en el pasado ya habido fenómenos similares como las glaciaciones. Vivimos en una época de censura donde el debate sobre el cambio climático no se alienta ni se permite porque desean generar miedo (del Olmo, 2021). La Tierra no se va a morir.

La pandemia del COVID-19 ha sido una emergencia sanitaria que ha favorecido la creación de un tratado de pandemia global a través de la Organización Mundial de la Salud (OMS, que está controlada y financiada por los banqueros internacionales -la city de Londres y Vanguard y Blackrock y por Bill Gates) para reducir la capacidad de los Estados de tomar decisiones, es decir, para reducir la soberanía nacional de todos los países del mundo y estar así más cerca de la consolidación del Gobierno Mundial.

¿Cuál es la causa de que continúen existiendo el hambre y la pobreza? La mala repartición de los recursos. ¿Quién tiene el poder para cambiar eso? Los líderes del sistema internacional. Solo hay una razón por la que no hemos erradicado el hambre y la pobreza todavía: el sistema internacional lo domina una élite que no le interesa que se solucione este problema debido a que ayuda a mantener un estado de emergencia permanente que les supone la excusa perfecta para recortar derechos y reducir las soberanías nacionales. ¿No fue Joseph Stalin el que dejó que se murieran de hambre 4 millones de ucranianos para tener controlado el país? Esa misma estrategia se está llevando a cabo con el mundo entero.

Los ricos cada vez son más ricos y el resto cada vez más. Bill Gates está convencido que puede solucionar los problemas del tercer mundo aplicando esterilizaciones masivas con sus vacunas. Ha tenido numerosas denuncias en países como Nigeria, Zambia, Suazilandia, Lesoto, Tanzania, Kenia, Zimbabue y Namibia porque en sus campañas de planificación familiar llevadas a cabo con su Fundación Bill y Melinda Gates ha habido mujeres que han sido esterilizadas. Bill Gates cree de verdad que lo hace para ayudar a los africanos, pues piensa que el hecho de que tengan muchos hijos es la fuente de sus contrariedades.                                                                                                                                                       Christine Lagarde, quien estuvo en el Fondo Monetario Internacional para gestionar el rescate de la Unión Europea, estuvo condenada por el caso Tapie por entregar sobornos al empresario de Adidas (Guérin-Bargues). Es una delincuente y ahora es la presidenta del Banco Central Europeo. Rodrigo Rato es otro ejemplo de delincuente que fue presidente del Fondo Monetario Internacional. Este último sufrió persecución política porque los banqueros internacionales quitan de en medio a quien ya no les interesa. Tanto Christine Lagarde como Rodrigo Rato son dos ejemplos de gobernantes colocados ahí para defender los intereses de unos pocos.

Controlar el gasto público sería una medida eficaz para retrasar el funeral del sistema socioeconómico mundial, pero no les interesa: quieren que los Estados sean cada vez mayores en su tamaño para que todos acabemos dependiendo de ellos con una renta universal básica, lo que acabará con nuestro deseo natural de explorar, crear, sentirnos eficaces y cambiar la realidad. De hecho, Lorenzo Ramírez está convencido de que los políticos españoles están ampliando las plazas a funcionariado para tapar las tasas tan altas de desempleo en España.

Una clase media con capacidad de ahorro o herramientas para gestionarlo podría permitirse una educación con la que desarrollar pensamiento crítico, lo que le permitiría vivir al margen del Estado. Esto no interesa porque no pueden manejar a la gente que se encuentre en este punto.


Bibliografía:

del Olmo, W. M. (2021). Geología y Cambio Climático. Geotemas (Madrid), (18), 484-487.

Flórez, M. C. (2021). La economía del metaverso. Dictamen Libre, (29), 1.

Informe “Reset the table” de la Fundación Rockefeller: https://www.rockefellerfoundation.org/report/reset-the-table-meeting-the-moment-to-transform-the-u-s-food-system/

Guérin-Bargues, C. (2016). Christine Lagarde devant la Cour de Justice de la République: Les leçons de la dernière audience.

Lewis, E. (2002). Crisis, what crisis? Elen Lewis examines how to manage a brand in crisis and discovers that no company is immune. What’s the secret formula to clinging onto market share and how do you defend a brand when it’s been shot to pieces?(Crisis Management). Brand Strategy, 20-23.

Maddah, H. A. (2022). Predicting Optimum Dilution Factors for BOD Sampling and Desired Dissolved Oxygen for Controlling Organic Contamination in Various Wastewaters. International Journal of Chemical Engineering2022.

Mas-Pla, J., & i Belmonte, D. B. (2009). Geología y cambio climático. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra17(2), 118-119.

Okonko, I. O., Ogunjobi, A. A., Adejoye, O. D., Ogunnusi, T. A., & Olasogba, M. C. (2008). Comparative studies and microbial risk assessment of different water samples used for processing frozen sea-foods in Ijora-olopa, Lagos State, Nigeria. African journal of Biotechnology7(16), 2902-2907.

Siegrist, M., Gutscher, H., & Keller, C. (2012). Trust and confidence in crisis communication: Three case studies. In Trust in cooperative risk management (pp. 267-286). Routledge.