LA TEORÍA DEL DESDOBLAMIENTO DEL TIEMPO DEL FÍSICO Y MATEMÁTICO JEAN PIERRE GARNIER-MALET NOS APORTA UNA EXLICACIÓN CIENTÍFICA DE LA EXISTENCIA DE «PARÁSITOS» O «DESCONOCIDOS DEL FUTURO» QUE VIENEN A NUESTRO ESPACIO-TIEMPO A ALIMENTARSE DE LOS ONDAS QUE PRODUCIMOS CUANDO TENEMOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS.
Según la teoría del desdoblamiento del tiempo existen 20 espacio-tiempos, y nosotros vivimos en el 10. En cambio, esos «entes», que Jean Pierre llama «desconocidos del futuro», viven en el espacio-tiempo 20, y sus cuerpos energéticos vienen al nuestro a mayor velocidad que la de la luz para tratar de sobrevivir.
Los «desconocidos del futuro» son como el demonio que muchas veces hemos visto representado encima de nuestro hombro susurrándonos cosas al oído. En el otro lado se encontraba el ángel, que Jean Pierre dice ser nuestro doble del pasado, que está en conexión indirecta con el Creador y que nos transmite informaciones positivas que nos ayudan a equilibrarnos. En la vida debemos aprender a diferenciar esas voces. Ignacio de Loyola a esa vocecilla la llama el mal espíritu.
Los entes son capaces de venir a nuestro espacio-tiempo gracias a que su cuerpo energético es muy sutil: solo está en forma de ondas, y no de partículas (recordemos que todo en el universo se encuentra en formato de onda y de partícula, por lo tanto, nosotros también). Nuestro doble del pasado, que se encuentra en el tiempo 7, es nuestro formato onda, y nuestro cuerpo físico es el formato partícula en el tiempo 10. Aún así, hay científicos que aseguran que los «desconocidos del futuro» pueden volverse densos, aunque desconozco el proceso.
En todas las culturas se mencionan unas entidades que viven en un plano distinto al nuestro, pero que tienen capacidad de influir en nosotros. No son visibles al ojo humano debido a que se encuentran en un espectro de luz que solo animales como los gatos pueden percibir. Los «desconocidos del futuro» siempre llegan, y cuando han terminado de chuparnos la energía que necesitaban y que nosotros producimos cuando tenemos pensamientos o sentimientos negativos, se ocultan dentro de nuestros cuerpos o se van.
Tanto Jean Pierre como el doctor José Luis Sevillano creen que El Creador permite que existan para poner a prueba nuestra alma. Nada es bueno ni malo, ni siquiera estos demonios o espíritus. Simplemente son como los bosses o monstruos de los videojuegos: el Creador ha considerado necesario que nos enfrentemos a ellos para hacernos subir de nivel. Si la humanidad quiere evolucionar, ha de vencerlos a través de no caer en las tentaciones y tener una vida moral correcta y sana. No hay que creer en las promesas que nos hacen estas entidades de riqueza, abundancia, salvación eterna u amor infinito. Hay personas que son capaces de aceptar cualquier cosa como estas que mejoren sus días. Deben tener cuidado.
Hacer el Bien o el Mal es completamente una decisión, y depende de a qué voz estemos escuchando, si la de nuestro doble del pasado (ángel) o la voz del desconocido del futuro (demonio). Hacer el Bien es como ir al gimnasio: no apetece, pero cuanto más vayamos menos nos costará. Es una cuestión de hábitos. Si estoy habituado a hacer el Bien, me costará muy poco hacerlo. En cambio, si estoy acostumbrado a hacer el Mal, me costará hacer el Bien, pero no es imposible. Elijamos ir al gimnasio (hacer el Bien). Siempre trae más beneficios que quedarnos en el sofá de casa (hacer el Mal).
El Mal no es lo que entra por la boca (un dulce, un ultraprocesado, tabaco o alcohol), sino lo que sale del corazón y lo que expulsamos por la boca (nuestras palabras). El Mal es el resultado de la ignorancia. Se corrige con el conocimiento de la Verdad, y por lo tanto, venciendo miedos y con la educación, ya sea autodidacta o con un maestro.
Los entes nos hacen creer que la vida es un aburrimiento y que debemos siempre aprovechar el tiempo para hacer algo útil. No hay nada más inútil que no aprender mientras disfrutas de la vida.
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