La derecha suele poner el foco en que el culpable de la situación internacional es el Estado. La izquierda suele poner el foco en que los culpables de las tragedias que ocurren son las empresas y el libre mercado. Ambos tienen razón: hoy en día, no se puede separar a las grandes empresas del Estado, pues todas las multinacionales reciben subvenciones o privilegios jurídicos.
El mundo actualmente lo domina una oligarquía conformada por los dueños de las tecnológicas (que mantienen una estrecha relación con los servicios de inteligencia de todos los países) y los banqueros internacionales. Podríamos añadir a los dueños de la industria militar y a gobiernos de determinados países, pero estos están financiados por los banqueros internacionales, por lo que no tienen tanto poder de decisión como creemos.
En algunos aspectos esta oligarquía se pone de acuerdo, y en otros no. Sin embargo, cuando la ciudadanía empieza a «despertar», dejan a un lado sus diferencias y llegan a un consenso. ¿Quiénes son los dueños de las multinacionales más importantes del planeta que crean patrones de pensamiento y comportamiento a través de la publicidad y financian las campañas de los políticos que les interesa que salgan elegidos? Los banqueros internacionales. ¿Quiénes son esos banqueros internacionales? Se verá a continuación.
Hasta la crisis mundial y artificial de 2008 todos los grandes países utilizaban el dólar para llevar a cabo sus transacciones económicas en el ámbito internacional. Esto, evidentemente, perjudicaba a los Estados cuya moneda era mucho menos valiosa que el dólar, es decir, a todos menos a algunos países europeos, pues en determinados momentos el euro superó el valor del dólar. Después de la crisis, China y Rusia crearon dos bancos mundiales alternativos al Fondo Monetario Internacional, que está controlado por Estados Unidos para garantizar la estabilidad del dólar, con la finalidad de empezar a comerciar haciendo uso de sus propias monedas y así no depender del dólar.
Este hecho hirió de muerte al fraudulento sistema de BlackRock, Vanguard y StateStreet. Al dejar de usar el dólar dos de los países más importantes, estos 3 fondos de inversiones perdieron cierto control sobre estos. BlackRock, Vanguard y StateStreet controlan actualmente el 92% del PIB de Estados Unidos y poseen todas las grandes empresas del oeste (McLauglin, Massa, White, 2020) (Mancinas-Chávez, Bocio, Quichimbo, 2019). Lo mejor de todo es que los mayores accionistas de StateStreet son BlackRock y Vanguard, y el mayor accionista de BlackRock es Vanguard y viceversa, por lo que es BlackRock, en definitiva, la empresa que controla el 92% del PIB de Estados Unidos. Los 3 fondos de inversiones no son enemigos: son abuelo, padre e hijo.
Blackrock, con sus empresas propias más las que posee a través de Vanguard, StateStreet y podríamos añadir JP Morgan y Fidelity, puede normalizar hábitos perjudiciales y estilos de vida en la mayoría de sociedades del planeta, además de controlar la OTAN y el FMI financiando la campaña electoral del presidente que le convenga que esté en el poder (Medrano, 2022). Los gestores de este fondo de inversión son ingenieros y arquitectos sociales que desean que la gente sea a imagen y semejanza de como ellos quieren. Crean patrones de consumo, comportamiento e inversión (Mancinas-Chávez, Bocio, Quichimbo, 2019). Y nadie se ha preocupado en crear leyes antimonopolio que prohíban a este fondo de inversión tener el absoluto control del mercado de occidente y parte de oriente. No existe el mercado occidental: el mercado es Blackrock (Phillips, 2019).
BlackRock: mayor accionista de Coca-Cola, PepsiCo, Ferrari, McDonald´s, Vanguard, Uber, Philips, Aliexpress, Sony, IBM, Fidelity y StateStreet y segundo mayor accionista de Microsoft, Amazon, Apple, Intel y tercer mayor accionista de Meta. Es uno de los mayores accionistas del IBEX 35 en España. Posee el 18% de Fox News, 13% de Comcast y 12% de Disney. En España tiene acciones en Atresmedia y Grupo Prisa. También era el segundo mayor accionista de Twitter hasta que Elon Musk la compró.
Vanguard: mayor accionista de Google, Netflix, Microsoft, Apple, Samsung, Intel, JPMorgan, BlackRock, Nvidia, y segundo mayor accionista de Coca-Cola, PepsiCo, Tesla, StateStreet y tercer mayor accionista de Xiaomi. También era el mayor accionista de Twitter hasta que Elon Musk la compró.
StateStreet: tercer mayor accionista de Microsoft, Apple, Nvidia Corporation, Amazon, Alphabet y JpMorgan y cuarto mayor accionista de Meta.
Las grandes empresas no piden dinero a los bancos, pues estos no son capaces de prestarles todo el dinero que necesitan, sino que se lo piden a estos 3 fondos de inversiones. Es decir, BlackRock, Vanguard y StateStreet actúan como bancos internacionales. Podríamos añadir a JPMorgan y Fidelity. No obstante, el mayor accionista de JPMorgan es Vanguard, y el mayor accionista de Fidelity es BlackRock. En conclusión, el mundo occidental y parte del oriental está en manos del CEO de BlackRock.
Volvamos al asunto de la creación de bancos alternativos por parte de China y Rusia que reducían el poder de Blackrock, Vanguard y StateStreet, y, por lo tanto, de Estados Unidos, en el mundo. Todos los países que dependen del dólar, como los países europeos, caerían si China y Rusia triunfan en quitarle el liderazgo del sistema internacional a Estados Unidos. ¿Por qué? Porque nuestra dependencia con el país norteamericano es tan alta a nivel energético, comercial y militar que nos iríamos a pique. Por eso a Europa y sus aliados les interesa mantener el liderazgo de Estados Unidos en el planeta. Esto quiere decir que todos los países con tratados bilaterales con los norteamericanos van a hacer todo lo que le digan. Entre ellos estamos España.
Podríamos comenzar a deshacer nuestra relación con el país de los sueños y empezar a estrechar relaciones con China y Rusia, pero los Estados Unidos se han asegurado que esa idea no entre en las cabezas europeas con sus medios de desinformación. Han repetido durante tantas ocasiones que China y Rusia son el diablo y los banqueros internacionales los santos. Quien controla el relato controla las mentes de la gente.
Desde luego, China y Rusia no son ejemplos a seguir. La libertad allí es mucho menor que en occidente. No creo que depender de ellos sea mejor que depender de Estados Unidos. De hecho, sería peor. Aún así, en Europa seguimos teniendo una correa al cuello que nos podríamos quitar si jugáramos mejor nuestras cartas.
Llegados a este punto al lector le puede surgir la siguiente pregunta: ¿Por qué el resto de países que no quieren depender del dólar, como los africanos u orientales, no imitan la estrategia de China y Rusia de crear sus propios bancos para debilitar a Blackrock, Vanguard y StateStreet y, por lo tanto, a Estados Unidos y ganar influencia en el ámbito internacional? Adivina adivinanza. ¿Qué tienen en común China y Rusia? Que tienen un ejército que puede rivalizar con el norteamericano y con el de la OTAN (organización internacional que controla Estados Unidos por ser el que más dinero aporta). ¿Y qué no tienen los países africanos y orientales? Un ejército que pueda rivalizar con el de Estados Unidos y con el de la OTAN. BlackRock destroza con el ejército estadounidense a cualquier país que trate de utilizar en el comercio mundial una moneda distinta al dólar. Sin embargo, a los dos únicos que no puede tocar son a Rusia y China.
La City de Londres y Nueva York, los dos mayores centros financieros del mundo, tienen el monopolio de la fuerza, el de la moneda internacional y los banqueros privados que controlan la Reserva Federal pueden imprimir todo el dinero falso que quieran y obligar al resto a aceptarlo como bueno a pesar del dólar no estar respaldado por ningún tipo de mineral o materia prima desde que Estados Unidos rompió la paridad dólar oro en 1971. En otras palabras: todos los países que conforman el sistema internacional tienen que hacer lo que digan los banqueros internacionales.
Ejemplos de países a los que los 2 mayores distritos financieros del mundo han destrozado por intentar dejar de usar el dólar para llevar a cabo sus transacciones internacionales y, sobre todo, para comprar petróleo:
- Libia: Gaddafi quiso crear una banca y moneda panafricana respaldada por el oro. Lo mataron.
- Siria: su banco central no estaba bajo el mando de la familia judía Rothschild, por lo que financiaron a ISIS, Daesh y Al Qaeda para que desestabilizaran el país y tuvieran una excusa para entrar en él con su ejército. ¿En serio Estados Unidos creó ISIS, Daesh y Al Qaeda para impedir que Siria operara con su banco central? Crearlo no, pero financiarlo sí. Todos los documentos oficiales y correos de Hillary Clinton que demuestran que Estados Unidos les enviaba dinero y recursos los sacó Julian Assange a la luz a través de su plataforma WikiLeaks en 2010.
- Para reducir el poder de Rusia, Estados Unidos capturó Ucrania y la añadió en la OTAN, además de empezar a hacer maniobras militares muy amenazadoras cerca de la frontera de Ucrania-Rusia para demorar su caída financiera y negociar con el país una transición a un nuevo sistema económico lo menos catastrófico posible. Además, y esto es solo una hipótesis, no algo que se haya podido demostrar, Estados Unidos financió el establecimiento de diversos laboratorios de creación de armas químicas y biológicas en la frontera Ucrania-Rusia. ¿Qué le pasaría a los ciudadanos rusos de escaparse accidentalmente uno de los virus creados por los ucranianos y financiados por los norteamericanos? ¿Por qué Estados Unidos a partir de 2015 empezó a crear plantas de regasificación en su territorio cuando no había muestras de que fuera un país que necesitara ser exportadora de gas para enriquecerse? La excusa era para hacer competencia a los rusos y que se vieran obligados a reducir sus precios para no ganar tanto dinero, pero podría ser porque sabían que la guerra con Ucrania iba a estallar y la ruptura de Rusia con Europa se iba a producir. Ahora parte del gas que recibimos los europeos viene de Estados Unidos. Hemos aumentado nuestra dependencia hacia el país norteamericano porque no les interesa que Europa se una con Rusia al ser su competencia en el sistema internacional.
- Que los banqueros internacionales han fomentado la guerra de Ucrania sería una conspiración si no fuera porque existe un informe público emitido por RAND Corporation (el thinktank más poderoso de los Estados Unidos) en 2019 que se llama “estresar y desequilibrar Rusia” donde se cuenta paso a paso lo que está sucediendo. La guerra estalló en 2022. 3 años antes sabían que iba a darse. Los norteamericanos están manteniendo su hegemonía y el valor del dólar gracias a la muerte de millones de personas. Estamos conociendo solo una parte de lo que sucede porque los medios de comunicación de oriente no los podemos escuchar (están censurados) y los orientales no escuchan los nuestros.
- Para reducir el poder de China, Estados Unidos empezó a hacer maniobras militares muy amenazadoras cerca de la frontera física y marítima para demorar su caída financiera y negociar con el país una transición a un nuevo sistema económico lo menos catastrófico posible. Además, no cesa de meterse en el asunto de la independencia de Taiwán.
- Brasil, India y Sudáfrica se unieron a China y Rusia en su iniciativa de abandonar el dólar y crear el Nuevo Banco de Desarrollo y el Banco Asiático de Inversiones e Infraestructuras. Qué casualidad que son 3 de los países que más intentan desestimar los medios de comunicación norteamericanos.
- Irán, Venezuela y Corea del Norte son otros países que no quieren formar parte del sistema internacional que usa el dólar como moneda para las transacciones entre países.
El dólar está respaldado por el poder militar. Se mantiene como moneda de reserva gracias a la guerra. Los distritos financieros de la City de Londres y Nueva York crearon la burbuja de dinero deuda que estalló en 2008 usando a Vanguard, BlackRock y StateStreet en el proceso. ¿Qué hicieron para que la gente no se enterara de que el sistema económico mundial es un fraude y que es posible que este tipo de crisis se repita cada 30 años de continuar usando este modelo económico internacional? La Reserva Federal emitió 16 billones de dólares de la nada para rescatar al sistema financiero. En adición, se inventaron la ficticia gripe A (H1N1), que acabó con algunos pequeños y medianos empresarios que ellos no podían controlar. Como en aquel entonces no tenían el dominio de todos los medios de comunicación, no les salió bien la jugada, ya que muchos sanitarios de los centros de salud se dieron cuenta de que era una farsa, así que tuvieron que hacer un segundo intento cuando ya tuvieron casi todos los medios en sus manos. ¿Cuál fue? La pandemia del COVID-19.
¿Quiénes salieron beneficiados después de 2020-2021? ¿Los países enemigos de Estados Unidos y los pequeños y medianos empresarios? ¡Claro que no, ellos son un obstáculo para la City de Londres y Nueva York para tener el control sobre todo el sistema financiero, pues les hacen competencia! Fueron Vanguard, BlackRock y StateStreet y la City de Londres.
Solo hay que pensar, investigar y aplicar el sentido común para darse cuenta de que las crisis económicas desde el crack del 29 hasta ahora han sido todas artificiales. La plandemia no es una excepción. Obligaron a tres cuartas partes del mundo a vacunarse por presión social metiendo miedo con sus medios de comunicación cuando todo el mundo sabía que las vacunas eran experimentales (Torres, 2020). Es ahora cuando estamos empezando a ver sus efectos secundarios y las farmacéuticas comienzan a admitir sus errores (Morales, Gómez-Henao, 2021). Además, intentaron aplicar una medida propia de un Estado totalitario como el pasaporte Covid, y encima el Estado de Alarma ya se ha determinado que era inconstitucional. No ha habido consecuencias para los criminales.
¿Crearon el virus ellos? ¿Es siquiera el virus real? ¿Qué consecuencias ha tenido? Los pequeños y medianos empresarios se han reducido y los ciudadanos han perdido poder adquisitivo y derechos. Además, la City de Londres y Nueva York han ralentizado su proceso de pérdida de poder en el mundo y aumentado su control. En la política no ocurre nada por causalidad; en el mundo tampoco. El azar no existe, ni siquiera en la naturaleza: es producto de la ignorancia, y la ciencia no cesa de demostrarlo.
Para poder controlar la economía mundial y los ciclos económicos de recesión y expansión (que se utilizan para crear oligopolios y concentrar el mercado en pocas manos) necesitan que la ciudadanía no pueda ahorrar, manipular los tipos de interés, cuyo control ya tienen, fomentar el consumismo exacerbado para producir un falso crecimiento continuo y que el dinero no esté respaldado por un mineral o materia prima. También se requiere que el gasto público no se detenga nunca.
Napoleón dijo una vez: ¿Qué es la historia, sino una fábula que hemos aceptado? La historia siempre la escriben los vencedores. Los perdedores son borrados y el ganador imprime los libros de historia que glorifican su causa y mancillan al enemigo conquistado. ¿Y quiénes son esos vencedores? Veámoslo:
A mediados del siglo XIX Moses Hess formuló los principios escritos del comunismo. En 1862 escribió el libro Roma y Jerusalén en el que definía las bases de un movimiento conocido como “Sionismo” (Hess, 2004). En este libro anima a los judíos a convertirse en separatistas y a prepararse para la creación de un etno-estado judío homogéneo, hoy conocido como Israel. Sin embargo, en ese momento el territorio israelí le pertenecía a los palestinos, y las personas que habitaban ahí eran entre el 90 y 95% árabe. Por lo tanto, Hess decía que los banqueros internacionales judíos tenían que robarles las tierras a los árabes para poder construir su Estado de Israel allí (Culla, 2005). Defendía que los judíos tenían el derecho de tener protagonismo en el mundo por haber mantenido su pureza racial durante siglos. También decía que el cristianismo era la religión de la muerte. Por añadidura, predijo sorprendentemente que en el futuro se daría una guerra en Europa, con Alemania, Italia y Austria involucrados como parte del conflicto racial (la Primera Guerra Mundial).
Durante su vida, Moses Hess fue gran amigo de Karl Marx y Friedich Engels, a quienes convenció para convertirse al comunismo en la década de los 40 y les ayudó a redactar el Manifiesto Comunista en 1848. Esta es la prueba de que socialismo, marxismo, comunismo y sionismo comparten las mismas raíces. El objetivo de todos es el mismo: dominación del mundo. Aunque usan caminos distintos. Tanto Moses Hess como Karl Marx son judíos hijos de personas que han estudiado el Talmud. Los abuelos de Karl Marx, de hecho, estaban relacionados con la familia judía Rothschild. Karl Marx hoy es conocido como el padre judío del comunismo, ya que Hess se enfocó más en el sionismo.
En 1936, el periódico judío-francés “Le Droit de Vivre” dice: “El judaísmo es la madre del marxismo”. Algunos de los principios del comunismo son:
– Creación de un banco central con el monopolio del crédito.
– Abolición de países y nacionalidades.
– Abolición de la familia tradicional: hombre, mujer e hijos.
– Abolición de la propiedad privada, lo que provoca que los ciudadanos no tengan derechos.
– Hacer imposible que las personas produzcan su sustento con fuertes impuestos.
– Confiscación de propiedades.
– La prensa bajo el control total de los comunistas.
– Abolición de la moralidad y del cristianismo.
– Las mujeres no deben enfocarse en la familia ni en los hijos: el comunismo desea acabar con el estatus de las mujeres como mero instrumento de producción de niños, por lo que en el siglo XX favorecieron la entrada de las mujeres en el mercado laboral para que no tuvieran tiempo de cumplir el rol que hasta entonces desempeñaban: cuidadora de la familia, lo que supuso para los dueños de los medios de producción mano de obra muy barata, pues como todos sabemos las mujeres hace un siglo cobraban menos que los hombres. Lo de que los hombres perecían en la guerra y las mujeres tuvieron que ocupar sus puestos podría ser argumento válido para ocultar sus intenciones si no fuera porque las guerras han existido siempre y no se dio este hecho hasta el siglo XX. Fueron las grandes corporaciones dirigidas por los judíos sionistas quienes fomentaron que la mujer entrara al mercado laboral porque necesitaban empleados en sus fábricas y empresas. Es decir, necesitaban esclavos, y los hombres se estaban matando en las guerras que ellos mismos produjeron.
A este esquema Marx lo llamó: dictadura del proletariado. Los defensores de este esquema promueven la violencia, la envidia de clases, la hostilidad contra el libre mercado, la familia, las empresas, las tradiciones y el cristianismo. Hoy en día, este movimiento desestabiliza el mundo entero y se ha convertido en la ideología que más muertes ha causado en la historia de la humanidad intentando ponerla en práctica. Además, en 1856, Marx promovía abiertamente el genocidio de los eslavos diciendo que eran “basura racial” y que “debían perecer en el Holocausto revolucionario”.
Como bien explica el periodista Lorenzo Ramírez en sus entrevistas, los principios marxistas defienden que a la ciudadanía hay que mantenerla en un estado de subsistencia y además crear emergencias y crisis ficticias para tenerla controlada a través del miedo.
En 1920, en el artículo “Sionismo vs Bolchevismo, la lucha por el alma de los judíos”, Winston Churchill declaró su creencia en que los judíos internacionales buscaban un estado comunista mundial bajo el propio dominio de los judíos. Para ello usarían el sionismo y la ideología comunista para conseguirlo. Como primer paso para establecer Israel, Hezekiah Niles, en un artículo de “Niles Weekly Register” dice que los Rotschild habrían comprado Jerusalén en 1829. Texe Marrs, escritor y locutor radial, dijo lo siguiente en una entrevista: “Rothschild ayudó en la fundación de Israel. Lo que quiere Rotschild, lo obtiene. Se cree que es el hombre más rico del mundo, y no tengo dudas al respecto”.
En 1897 tuvo lugar el primer congreso sionista, que fue presidido por Theodor Herzl en Brasilea, Suiza. Antes de su muerte en 1904, Theodor Herzl (Penslar, 2020) dijo: “algún día un organismo mundial le dará Palestina a los judíos y yo pasaré a la historia como el padre del estado judío”. Así ha sido. Para que esto se hiciera realidad, dijo que los poderes militares de Europa habían de ser manipulados y utilizados para quitarle Palestina a los otomanos a la fuerza. En el periódico alemán “Deutsche Zeitung”, Theodor Herzl escribió: “Los acaudalados judíos controlan el mundo; el destino de los gobiernos está en sus manos. Ellos inician guerras entre países, y cuando lo desean, los gobiernos hacen la paz. Cuando el millonario judío canta, las naciones y sus líderes bailan al compás, ¡mientras el judío se hace más rico!
El odio de Hitler hacia los judíos no surgió de la noche a la mañana. Mientras los alemanes intentaban recuperarse de la humillación sufrida tras la Primera Guerra Mundial, Hitler se percató de que los judíos sionistas elitistas alemanes más ricos habían financiado la guerra contra su propio país. Como todos sabemos, algunos judíos anteponen su etnia a su nacionalidad. Por lo que, como el imperio británico les había prometido a los sionistas darles el territorio de Palestina si ganaba la Primera Guerra Mundial (Paseo, Ruda 1988), los banqueros judíos alemanes financiaron la construcción de la flota naval más poderosa del momento: la británica. De ahí que Hitler les confiscara todas las riquezas durante su mandato: para que no pudieran financiar de nuevo otra guerra contra la propia Alemania. De paso se deshizo de esos supuestos 7 millones en los campos de concentración, exterminio, trabajo forzado y campos pequeños debido a su deseo de venganza, ya que le dolió que los alemanes hubieran sido humillados y hubieran perdido la Primera Guerra Mundial por su culpa. No sirvió de mucho, pues los judíos están repartidos por todo el mundo, no concentrados en un solo país. Los sionistas pudieron financiar igualmente a los actores de la Segunda Guerra Mundial.
Hay suficientes pruebas para concluir que los judíos sionistas fueron los promotores de la Primera y Segunda Guerra Mundial. El lector puede investigarlo por sí mismo. El dinero con el que se costean las guerras no sale de la nada: sale de los banqueros internacionales, quienes dominan el sistema internacional al tener el monopolio de la fuerza, el de la moneda internacional y manejar la Reserva Federal.
Deseo recalcar que no pienso que todos los judíos tengan ansias de poder, sino una minoría elitista que no tiene por que ser judía, pero que entre ellas hay judíos. Únicamente hay que relacionar hechos. Si solo quisieran dinero y no controlar el mundo, se hubieran detenido hace años, puesto que ya tienen el control de la máquina de dinero falso: pueden generar todo el que quieran. Las familias judías Rotschild, Rockfeller y Soros son dueñas del planeta gracias a su dinero. 2+2 son 4. La cantidad de dinero que George Soros ha inyectado para desestabilizar España financiando los movimientos independentistas es indecente. Todas las pruebas en los libros: “Soros, rompiendo España” y “La Red Secreta de Soros en España”. Su nombre aparece en todos los casos de nacionalismos separatistas europeos. Quieren desestabilizar el viejo continente para que no rivalicemos con ellos.
Además, Larry Fink, dueño de BlackRock, es judío, lo cual no quiere decir que sea sionista, pero tampoco quiere decir que no lo sea. De Eric Wintemute (dueño de Vanguard) no sabemos nada, y aunque lo supiéramos, huele a hombre de paja desde lejos. Los que gobiernan el mundo en la sombra no son tan tontos como para mostrar sus rostros: usan a los personajes famosos que todos conocemos para que den la cara por ellos. Algunos les salen rana, pero cuando esto sucede, los echan y los persiguen con sus medios de comunicación y problema resuelto.
Los judíos a los que les han lavado el cerebro o los de a pie de calle no tienen la culpa. Tampoco promuevo que se les odie ni que se utilice la violencia contra ellos, sino dejar de comprarles productos y servicios a las multinacionales que controlan y dejar de pedir créditos a sus bancos y empresas, al igual que alejarse de los Estados que controlan a través de sus marionetas.
Desconozco la razón por la que Moses Hess (ya fallecido) y los judíos sionistas elitistas se creen con el derecho de gobernar el mundo, pero mi hipótesis es que como en la Torá (Antiguo Testamento) está escrito que son el pueblo elegido por Dios, han interpretado que lo que tienen que hacer es subyugarlos a todos. Sin embargo, para lo que se supone que han sido elegidos es para enseñar a la humanidad cómo seguir la voluntad de su Yahvé con el ejemplo. En adición, la élite judío sionista quiere acelerar la llegada del Mesías, ya que ellos lo entienden como un líder político que va a sacar a su pueblo de la esclavitud, por lo que están alentando una posible Tercera Guerra Mundial para que ese Mesías salga a la luz y salve el planeta.
Es extremadamente sospechoso que China, uno de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), los cuáles se oponen al liderazgo de Estados Unidos en el sistema internacional, se prestara a hacer el paripé en la pandemia diciendo que el COVID-19 salió de uno de sus mercados de murciélagos, aunque he oído que pudo salir de alguno de sus laboratorios. Después de investigarlo, no he encontrado ni un solo chino que admita comer murciélagos, y me he percatado de que la dependencia comercial de China con Estados Unidos es tan alta que lo que está haciendo es aprovecharse del sistema socioeconómico corrupto para crecer, pero no pretende cambiarlo. Conclusión que saco: la guerra entre ambos países es ficticia, puro teatro. En consecuencia, China es disidencia controlada, y se hace la enemiga de Estados Unidos para beneficiarse. El único país que no muestra indicios de ser disidencia controlada es Rusia. El tiempo dirá.
Trump, Peter Thiel y Elon Musk también son disidencia controlada. Trump está apoyado por los Sombreros Blancos, una facción masón (creada por los sionistas) que respaldan el sistema económico corrupto. Peter Thiel apoya a Trump. Y Elon Musk es el dueño de una empresa de coches eléctricos. Uno de los objetivos de los que promueven la Agenda 2030 es que todo el mundo use coches eléctricos, los cuales es imposible que todos los usemos porque su autonomía es muy limitada (de media tienen 400-500 kilómetros), no existe infraestructura suficiente para cargarlos (los sótanos de los bloques de pisos no pueden tener a todos los coches cargando a la vez porque se necesita pegarlos a la pared, y si todos lo enchufamos a la misma vez, que es lo que sucedería por la noche, petaría la red eléctrica), son muy caros, y la extracción de litio con la que se hacen las baterías contamina. Adicionalmente, Elon Musk trabaja codo con codo con el Pentágono a través de su empresa SpaceX.
A ninguno de los poderosos les interesa cambiar el sistema porque dejarían de ser tan ricos. Por último, recalcar que el mundo lo gobierna una oligarquía, no una sola persona. Así es como está funcionando el planeta Tierra.
Bibliografía:
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McLauglin, D., Massa, A., & White, A. (2020). El gran dominio de los fondos indexados: Los gigantes BlackRock, Vanguard y State Street concentran un poder accionarial como no se había visto antes. Inversión: el semanario líder de bolsa, economía y gestión de patrimonios, (1170), 8-15.
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