
Bitcoin es la criptomoneda más famosa y conocida del ciberespacio. Como cualquier otra criptomoneda, es digital y se encuentra descentralizada, es decir, que no depende de un banco para su emisión como las monedas tradicionales.
Ventajas que supone el uso de criptomonedas:
- Te permiten comprar cualquier producto y servicio a nivel internacional sin tener que pasar por un banco (intermediario) o pagar impuestos, lo que favorece la creación de un sistema más justo y transparente. Esto último es debatible, porque todo depende de cómo se use.
- Permite que el comprador y el vendedor sean anónimos, lo que dificulta al Estado y a las corporaciones privadas tener conocimiento de lo que posees y lo que no y, por lo tanto, les dificulta crear campañas de marketing dirigidas a que compres sus productos, servicios o ideas en el caso de los políticos. En otras palabras: garantiza la privacidad de los individuos.
- Las empresas a las que compras las criptomonedas tienen tu documentación. No cualquiera puede hacer uso de ellas, aunque siempre hay formas de falsear una identidad.
- Comprar criptomonedas es una forma de invertir y ganar dinero.
- Blockchain, la tecnología sobre la que se basan las criptomonedas, es intrínsecamente segura.
- Te permite tener un patrimonio líquido y portable; podemos cambiar de país sin que nos requisen nuestras criptomonedas con impuestos u otras medidas, lo que nos permite atesorar riquezas.
Desventajas que se les atribuye al uso de criptomonedas:
- Entender su funcionamiento requiere tiempo y esfuerzo. Los defensores de Bitcoin aseguran que esto no será un problema en unos años porque cada vez hay más gente hablando de ellas.
- El riesgo de perder dinero es elevado, excepto en el caso de BitCoin, que, por el momento, se muestra mucho más estable que el resto. Además, invertir en criptomonedas todavía no se ha podido demostrar que sea una buena inversión a largo plazo debido a que el Blockchain es una tecnología muy reciente. Tiene su origen en 2009 y en 2014 se potenció su uso. Con todo, tampoco se ha podido demostrar que sea una mala inversión a largo plazo.
- Junto con las monedas digitales emitidas por los bancos pueden acabar con el dinero en papel, que siempre es bueno que exista para no estar completamente controlado y evitar pagar IVA. De hecho, los economistas aseguran que es sano que en todos los países exista un pequeño mercado negro no solo para poder evadir impuestos abusivos, sino para que los pobres tengan acceso a ciertos recursos. Explican, además, que es imposible acabar con el dinero negro, a no ser que acabemos con el dinero en efectivo.
- Se puede financiar el terrorismo y las guerras con las criptomonedas. Es un punto bastante negativo, pero con el euro y el dólar también se están financiando el terrorismo y las guerras. De hecho, se han financiado más guerras con las monedas tradicionales que con las criptomonedas. El problema está en que las criptomonedas son mucho más difíciles de rastrear que las monedas tradicionales y, por lo tanto, dificultan encontrar al comprador y vendedor de productos o servicios ilegales.
- Los principiantes en las criptomonedas son vulnerables a los riesgos de seguridad. En realidad, cualquier principiante en el ámbito digital es vulnerable a cualquier tipo de transacción, ya sea con euros, dólares o criptomonedas. Esta desventaja se podría paliar informándonos adecuadamente.
- Hay una falta de legislación y riesgos legales. Por ejemplo, si alguien me roba las criptomonedas de mi cartera, no puedo identificar al ladrón, ni tampoco puedo reclamar los daños. Este hecho algunos lo consideran una ventaja porque los usuarios no se ven obligados por la ley a comprar seguros para proteger su capital, pero no desearía ser de los que le quiten las criptomonedas porque han sido hackeados.
- Las criptomonedas no son una reserva de valor. Esto quiere decir que no es un activo refugio que se considere que mantendrá su valor a largo plazo. Puede depreciarse. Solo las monedas tradiciones podían ser reservas de valor hasta que en 1971 se acabó con el sistema patrón-oro.
Sin embargo, el mayor problema que no se está teniendo en cuenta es el siguiente:
- Para que BitCoin siga aumentando de valor la gente tiene que comprar, y son los banqueros internacionales y los dueños de los fondos de inversiones que poseen las grandes multinacionales quienes más dinero gozan para ello. De hecho, son los que más criptomonedas están comprando. En consecuencia, son ellos quienes controlan todo tipo de mercado: el valor sube cuando los fondos de inversiones y bancos compran y baja cuando venden. Llegará un momento en que dejarán de comprar criptomonedas y empiecen a vender a tutiplén, y esto llevará a mucha gente a perder su dinero. Ya lo vimos con la crisis de 2008.
Conclusión:
Como cualquier moneda, las criptomonedas se pueden utilizar para bien o para mal. El uso de ellas no supone la destrucción ni tampoco la salvación del mercado ni del mundo, pues siempre habrá quien haga un mal uso del dinero, sea físico o digital, esté centralizado o descentralizado. Mi recomendación es que si pretendes invertir sea para aprender su funcionamiento, no para ganar dinero. Sí, es posible obtener beneficios actualmente con su compra-venta, pero nadie sabe lo que ocurrirá en el futuro.
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